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Hombre de mediana edad, con gran poder en la organización y socialmente aceptado. Así es defraudador tipo, según se extrae de este informe de KPMG Forensic en el que se han analizado 750 casos de fraude en 78 países.

El estudio confirma que la mayor parte de las amenazas proviene del interior de las compañías (el 65% son empleados contratados por la empresa) y que la tecnología comienza a convertirse en una de las herramientas más utilizadas para perpetrar el delito.

El aumento del fraude no va acompasado, sin embargo, con un incremento de la inversión por parte de las compañías para revisar sus controles internos. De hecho, la debilidad de los mismos explica el 61% de los delitos cometidos y sólo el 3% de los casos analizados fueron detectados mediante análisis proactivos.

Acerca del informe

Para la elaboración de este informe se han recopilado datos de investigaciones sobre fraude realizadas por profesionales especializados en el área de Forensic de las firmas miembro de KPMG en las regiones de Europa, Oriente Medio y África (EMA), así como América y Asia-Pacífico entre marzo de 2013 y agosto de 2015. KPMG analizó un total de 750 defraudadores implicados en actos cometidos en 78 países.

En el estudio se examinaron investigaciones de delitos económicos perpetrados en las regiones en las que se conocía al autor y existía información contextual detallada disponible sobre el delito. El informe, que complementa a un estudio similar realizado en 2013, incluye las observaciones y opiniones de responsables de KPMG en 81 países de todo el mundo.