Hace unos días leí un artículo que compartió el ICJCE de la jornada profesional sobre excelencia empresarial y directiva y que se celebró en Alicante. En este acto participaron importantes representantes del sector financiero y de la auditoría y uno de los temas que se trataron fue la importancia de los fondos europeos para ayudar a las empresas y reactivar la economía. Estos serán un balón de oxígeno tras los estragos sociales y económicos que nos ha traído la pandemia.
Coincido completamente con la reflexión de hizo el presidente de Deloitte España, Fernando Ruiz, en que «no hay que olvidar que una figura importante de la economía son los empresarios, que son los que crean riqueza»». Y en este sentido, no podemos olvidar que el 95% de nuestro tejido empresarial está compuesto por pymes.
Y ellas, las pymes, son una de las mejores herramientas para llevar a cabo una buena distribución de la riqueza por su excelente potencial para generar nuevo empleo.
Por lo tanto, es muy necesario que para que haya una buena recuperación económica en nuestro país, los fondos de la Unión Europea lleguen al máximo posible a pequeñas y medianas empresas. Unos fondos que se centran en el emprendimiento, crecimiento, digitalización, innovación, apoyo al comercio e internacionalización.
No obstante, para que este proceso resulte con éxito debe existir una gran transparencia acerca de cómo se gestionarán. Es decir, se debe ofrecer una información clara y precisa. Y es en este punto donde las firmas de auditoría tenemos un papel vital en ambas partes: en referencia a la gestión de los fondos y en la rentabilidad de las pymes.
Es decir, con la ayuda de la auditoría, se refuerza la transparencia en el uso de estos fondos con el objetivo de asegurar su correcta proyección de futuro y aumentar su productividad . Asegurando así el buen funcionamiento de todo el sistema y su aportación en la recuperación de la economía.
Y en referencia a la importancia de la auditoria en las pymes, quisiera destacar un estudio realizado por el ICJCE y la Universidad de Alcalá de Henares, a través del IFAC. En él se demuestra que hay una relación directa entre estar auditado y presentar mayores niveles de rentabilidad. De hecho, las empresas auditadas tuvieron unas ventas promedio en 2018 de un 16.43% superior a las que tenían en el 2008, frente al 6,6% de las no auditadas. Estos datos se extrapolan en un incremento de la contratación en aquellas pymes auditadas.
En más de una ocasión ya he manifestado mi orgullo por pertenecer a este mundo tan exigente que es el de la auditoría. Y es que gracias a nuestro trabajo, ayudamos a través de la transparencia y la confianza a que todo el engranaje económico funcione sin fisuras . Y con ello fomentamos nuestro compromiso por una sociedad más ética y equitativa.