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¿Quién no ha vivido una secuencia de casualidades?… que nos comuniquen varias noticias positivas o negativas en un corto intervalo de tiempo, que nos crucemos con varias personas de las que no sabíamos nada en años, que distintos compañeros nos hablen de un libro raro o película antigua, etc. ¿Tienen explicación estas rachas y concurren también en el mundo del Compliance?

El inquietante Kammerer

El biólogo austriaco Paul Kammerer dedicó gran parte de su tiempo a nutrir un diario con las coincidencias que observaba. Discretamente, tomaba nota de las particularidades de las personas que deambulaban por los parques, en términos de su edad aproximada, sexo, indumentaria o cualquier otra información interesante. Concluyó que los datos observados formaban secuencias, y publicó en 1919 sus observaciones bajo el título “Ley de la seriabilidad”. Según su teoría, los eventos extremadamente raros se producen al menos en dos ocasiones en periodos cortos de tiempo. Esto significa que cuando experimentamos una circunstancia marcadamente inusual –positiva o negativa-, lo más seguro es que vendrá seguida en breve por otra no menos extraña, y de la misma naturaleza. De ser cierta esta hipótesis, ante un incidente grave de Compliance deberían activarse todas las alertas preparando a la organización para el siguiente inmediato.

Tal agrupación de coincidencias, decía Kammerer, sobrepasaban en mucho las leyes de la probabilidad, y las atribuía a factores completamente reales pero desconocidos por la ciencia. Conocedor de la idea, Einstein no consideró que fuera absurda.

Kammerer se suicidó trágicamente en un bosque de Schneeberg, cerca de Viena.

La saga continúa…

Podríamos tildar este enfoque de excéntrico y oscurantista. Pero en el año 2011 los matemáticos Yves Lacroix y Tomasz Downarowicz publicaron el estudio “La ley de las series”. Para ellos, una serie es un evento azaroso extremadamente raro, pero que se repite a la largo de un periodo de tiempo. Constataron científicamente que estos sucesos muestran una enigmática tendencia a agruparse, ya sean hechos tanto positivos como negativos. Esto explicaría por qué las desgracias nunca vienen solas, como apunta el aforismo popular desde tiempos inmemoriales, observando una inexplicable tendencia a agruparse en series. De haber algo de cierto en todo ello, podrían existir malas rachas en Compliance.

Algunas verdades

Lo que sí sabemos positivamente, es que las rachas negativas no vienen necesariamente contrarrestadas por otras positivas. En el ámbito de la psicología, la “falacia del apostador” es la creencia de que una “mala racha” no puede mantenerse por mucho tiempo, y vendrá necesariamente seguida por una “buena racha”. Bajo esta creencia -completamente irracional-, el jugador sigue apostando hasta que lo pierde todo. Muchos confían en la regresión a la media, fenómeno de origen biológico según el cual ningún evento extraordinario es sostenible en el tiempo. Pero nadie garantiza por cuánto tiempo se mantendrá, ni se ha demostrado una ley natural que imponga un balance final ecuánime entre series negativas y positivas de acontecimientos. Por lo tanto, ni sufrir una gran irregularidad de Compliance ni atravesar un calvario de incidentes significa que vaya a interrumpirse esa secuencia, salvo que se haga algo para evitarlo. Por eso, lo más razonable es analizar las causas raíz de los incidentes, poner los medios para evitar que se reproduzcan, monitorizarlos y cruzar los dedos para que la ley de series sea errónea.

En el video nº 9 de la Serie Compliance: lecciones aprendidas” una organización sufre una concatenación de malas noticias, pues a la mala praxis desarollada por un directivo se suma la ausencia de un procedimiento de investigación que permita afrontar esta situación con garantías. Kammerer lo hubiera anotado cuidadosamente en su cuaderno.