La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Pero no es oro todo lo que reluce o, al menos, eso piensan los supervisores de Europa, Estados Unidos y Asia que quieren elevar el control sobre las inversiones calificadas como ESG. Para ello exigen que no sean las propias empresas las que se autoatribuyan sus inversiones como sostenibles y quiere mayor control y transparencia sobre las agencias de calificación ESG.
Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.
Los supervisores vigilan la veracidad de la información ESG de las empresas y la independencia de las agencias de calificación
“El greenwashing (blanqueo de imagen ecológica de las empresas) está en el top de la agenda de muchos de los principales supervisores y seguirá siendo una prioridad”, dijo recientemente Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en su participación en el ESG Summit Europe, celebrado en Madrid.
El número uno del regulador español dedicó buena parte de su intervención a hablar sobre cómo las distintas organizaciones internacionales están avanzando en la creación de estándares globales de reporte de cuestiones extrafinancieras. E hizo hincapié en que, por más que se ajuste a un estándar internacional, “si la información reportada por las empresas no es verificada por un tercero no será creíble y no generará suficiente confianza”.
Las palabras del presidente de la CNMV llegan después de que el Gobierno hay presentado un Anteproyecto de Ley que modificará la legislación actual para mejorar la transparencia y la comparabilidad de la información de las empresas sobre el cumplimiento de los criterios ESG, ampliando la aplicación a todas las cotizadas, entidades financieras y pymes. La información obligatoria incluye cuestiones sobre la forma en que la actividad de la empresa se asocia a actividades económicas que se consideren medioambientalmente sostenibles.
Buenaventura, que también preside el comité de finanzas sostenibles de IOSCO (la Organización Internacional de Comisiones de Valores) señaló que este organismo está colaborando con las organizaciones internacionales (IAASB y IESBA) “para desarrollar normas de garantía sobre cómo terceras partes pueden verificar la información que publican los emisores. Hay una consulta en curso y confiamos en que a finales de 2024 no sólo tendremos la norma de información, sino también esas nuevas normas de garantía para la verificación, por parte de terceros, de esa información”.
El tema es de gran importancia en todo el mundo porque 2,8 billones de dólares de bonos y acciones que están en fondos de inversión, según Morningstar, se comercializan como sostenibles. Sus productos dan legitimidad a las empresas e inversores que afirman que están ayudando a alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global.
Como consecuencia de este boom “sostenible”, la proporción de fondos de inversión en Europa que utilizan términos relacionados con ESG en sus nombres se ha multiplicado por cuatro en los últimos 10 años, según un estudio publicado por el regulador de mercados de la UE, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).
Quizá por este crecimiento sospechoso, esta situación está siendo objeto de un intenso escrutinio formal, según informa Financial Times. Por primera vez, los reguladores y políticos de Europa, Asia y Estados Unidos están decididos a aportar más transparencia a la forma en que se obtienen las calificaciones y a hacer preguntas sobre a qué intereses sirven realmente.
Los legisladores europeos debatirán a finales de este año una propuesta de ley que obligaría a las agencias de calificación ESG a revelar más detalles sobre sus metodologías y registrarse formalmente ante las autoridades, entre otras cuestiones. En India, el regulador de valores ha insistido en que las agencias publiquen sus metodologías.
En Estados Unidos, donde ha habido una reacción política contra algunos aspectos de ESG, los políticos republicanos han acusado a los proveedores de datos de armar a los inversores con análisis que podrían incitarlos a abandonar las empresas de petróleo y gas de los estados republicanos.
Las calificaciones ESG se parecen a las conocidas calificaciones crediticias elaboradas por las agencias financieras S&P, Fitch o Moody’s. En realidad, apunta Financial Times, hay dos diferencias cruciales: los analistas aún no están sujetos al escrutinio regulatorio sobre conflictos de intereses, y trabajan, en parte, con datos ambientales, sociales y de gobernanza no auditados, en lugar de hacerlo con estados financieros auditados.
La Comisión Europea dijo en junio que los posibles conflictos de intereses afectan a los gigantes de los datos ESG en tres áreas: la venta de calificaciones, datos e índices a los mismos clientes inversores; la venta de servicios de consultoría para ayudar a las empresas a mejorar sus calificaciones; y la práctica de cobrar a las empresas por mostrar su propia calificación sobre los productos financieros.
Reportar cuestiones ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) será obligatorio ya para las empresas europeas en 2025, con datos de 2024, aunque según el tipo de compañía este plazo se amplía, en base a la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad, más conocida por sus siglas en inglés como CSRD.
La Cumbre de Madrid reclama triplicar las energías renovables para 2030
Madrid se ha convertido estos días en la protagonista climática, con la reunión de 35 países en una cumbre sobre energía y clima. En el acuerdo conjunto se reclamó que todas las naciones asuman la meta de triplicar el aporte de las renovables en la próxima cumbre del clima, que se celebrará a finales de año en Dubái, la COP28, que se eliminen gradualmente los combustibles fósiles y se duplique la eficiencia energética mundial.
Este objetivo pasa por elevar con fuerza la inversión en paneles solares y en molinos de viento (eólica) y, en menor medida, en energía hidráulica. El plazo es desde ahora hasa 2030, como se apuntó en la última reunión del G20, celebrada en la India hace tres semanas. El objetivo supondría pasar de los más de 3.500 gigawatios (GW) instalados actuales a unos 11.000 GW a finales de esta década para poder mantener vivo el objetivo de limitar a 1,5 grados el calentamiento global respecto a los niveles preindustriales, como establece el Acuerdo de París, informó El País.
La cita de Madrid ha sido organizada por el Gobierno de España, que ostenta este semestre la presidencia de la UE, y por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La mayoría de ellos han sido países europeos, aunque también han asistido representantes de EE.UU., Brasil, Kenia, Argentina, Chile y Costa Rica. El perfil de los que acudieron no fue muy alto: solo asistieron una quincena de ministros y, entre ellos, no figuraban los de Francia, Alemania, Estados Unidos o Brasil, por ejemplo. El secretario general de la ONU, António Guterres, y el sultán Al Jaber, que además de presidir la COP28 es consejero delegado de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (Adnoc), enviaron sendos vídeos para participar en el acto. El sultán anunció en su discurso que más de 20 empresas petroleras y gasistas se han comprometido ya a asumir como propios los objetivos descarbonización que salgan de la cumbre de Dubái.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, detalló que la necesidad de duplicar la eficiencia energética mundial figura en un informe especial publicado hace días por la Agencia Internacional de la Energía que ofrece una hoja de ruta para mantener vivo el objetivo de no superar los 1,5 grados de calentamiento. Si no se modifica la situación actual, los planes climáticos de los países llevarán a un incremento de la temperatura de más de 2,5 grados.
En la apertura del encuentro, el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, destacó que la energía solar es la clave del sector energético, “el driver principal” y recordó su importancia para el proceso de descarbonización actual. Además, Birol destacó la importancia de la electrificación del transporte y, en concreto, señaló cómo en los últimos años ha crecido el número de vehículos eléctricos. También quiso recalcar que las inversiones en energías limpias crecieron un 40%, sobre todo en China, EEUU y Europa, “aunque aún no es suficiente”.
Polonia se opone y Francia lo impulsa bajando los precios
La reciente decisión del Consejo de Industria de la Unión Europea para retrasar dos años la puesta en marcha del final de la fabricación de motores de combustión para coches (de 2025 a 2027) y para los camiones (de 2027 a 2029), no ha aplacado todas las críticas. El ministro polaco de Justicia, Zbigniew Ziobro, ha declarado que los planes de la Unión Europea (UE) de reducir el uso de vehículos con motor de combustión son “una completa locura”. El ministro afirmó que “no podemos sucumbir a la locura climática impulsada por la UE (…) y el programa Fit for 55”, con el que Bruselas proyecta reducir en un 55 % las emisiones contaminantes europeas para 2030.
Ziobro insistió en que “eliminar los coches con motores de combustión, como quieren hacer, es una completa locura”, y achacó al “lobby alemán” la toma de “una decisión escandalosa que no permitirá a los individuos tomar sus propias decisiones”, algo que, en su opinión, “va contra el Derecho”, según informa EFEverde.
Anteriormente, el ministro Ziobro ya se había manifestado contra la sustitución de los coches de combustión por los eléctricos y, aunque aseguró estar “a favor de que se permita la producción de coches eléctricos en Polonia”, aseguró que sus compatriotas “tendrían que pedir un préstamo para comprar vehículos de motor eléctrico, porque son muy caros”.
“La mayoría de la gente no puede pagar lo que cuesta un choche eléctrico”, explicó el ministro, “y debido a la locura ecológica que invade a la UE, si los polacos se ven obligados a ello, dejarán de tener su propio vehículo y perderán parte de su libertad”.
Mientras tanto, otro país de la UE potencia el uso barato de los coches eléctricos, siempre que estén fabricados en Europa. A partir de noviembre se introducirá en Francia un plan de arrendamiento de vehículos eléctricos (EV) por 100 euros al mes como parte de la estrategia de acción climática del país, anunció el presidente francés, Emmanuel Macron, informa ESG News.
Macron dijo que quiere “dar a la gente acceso a coches eléctricos fabricados en Europa”. Se trata de una medida para proteger a los fabricantes de automóviles franceses de la competencia de las marcas chinas, que han ido ganando una importante cuota de mercado en la UE en los últimos años.
No solo están en el mar, también en la atmósfera y en el suelo
Hasta ahora se hablaba de los microplásticos por su problema en el mar, ya que acaban siendo alimento de los peces e, indirectamente, de los humanos. Sin embargo, la preocupación por ellos no se circunscribe al medio marino ya que están por todas partes. Científicos de catorce centros de investigación españoles pertenecientes a la Red de Investigación de Residuos Plásticos en el Medio Ambiente (EnviroPlaNet) han comprobado cómo los microplásticos se depositan sobre varias localidades españolas entre las que destacan: Madrid (Moncloa), Barcelona, Tres Cantos (Madrid), Vigo, Pamplona, Alcalá de Henares (Madrid), Molina de Segura (Murcia), Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista Science of The Total Environment y revelan que las ciudades donde se acumulan mayores cantidades de estos contaminantes son Madrid y Barcelona, y que el poliéster es el microplástico más encontrado. Se depositaban entre 5,6 y 78,6 microplásticos por metro cuadrado y día, apunta EFEverde.
La investigación ha sido liderada por la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad Autónoma de Madrid, que han recordado que los plásticos han invadido prácticamente todos los ecosistemas terrestres y que su presencia en el medio natural se debe, en gran medida, a una inadecuada gestión de los residuos.
Estos materiales, al degradarse lentamente, originan partículas diminutas que miden menos de 5 milímetros y se desplazan con facilidad en la naturaleza. En la actualidad, los microplásticos son considerados contaminantes ubicuos, ya que están presentes en todos los rincones del entorno.
Los empleos en renovables casi se duplicaron en la última década alcanzando los 13,7 millones
El sector de las energías renovables se está convirtiendo en una fuente de empleo de calidad, con remuneraciones superiores a las medias. Las energías renovables dieron trabajo a 13,7 millones de personas en todo el mundo en 2022, lo que supone un incremento de un millón de puestos de trabajo más desde 2021 y 7,3 millones más si se toma como referencia 2012, según el nuevo informe elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La décima edición del informe Renewable energy and jobs: Annual review 2023 (Energías renovables y empleo: balance anual 2023) es el resultado de la colaboración continuada entre ambas organizaciones. La conclusión es que el empleo crece a pesar de las crisis y los desafíos, y el creciente uso de políticas industriales puede crear cadenas de suministro más localizadas.
En el informe se indica que las energías renovables atraen una creciente inversión que favorece la creación de empleo en un cada vez mayor número de países. Sin embargo, como en años anteriores, la mayoría de los empleos están concentrados en unos pocos países, especialmente en China, que representa el 41% del total global, seguido por Brasil, los países de la Unión Europea (UE), India y Estados Unidos.
La energía solar fotovoltaica (FV) volvió a encabezar la generación de empleo en 2022, según el estudio, con 4,9 millones de puestos de trabajo creados, más de un tercio de la fuerza laboral total en el sector de las energías renovables. La energía hidroeléctrica y los biocombustibles registraron cifras de empleo parecidas a las de 2021, alrededor de 2,5 millones cada uno, seguidos por la energía eólica con 1,4 millones de empleos.
“Debemos elegir gobiernos y compañías a los que exigir cambios reales por nuestro planeta”
En las últimas semanas se han celebrado tres grandes eventos de referencia en el ámbito de la ESG dignos de mención. La bióloga y divulgadora científica Odile Rodríguez de la Fuente, participó en la jornada de Expansión GreenWorld & Sustainability, donde reclamó a los ciudadanos que ejercieran presión sobre las empresas y gobiernos para favorecer el cambio climático. “Debemos elegir gobiernos y compañías que respeten nuestro poder como ciudadanos y a los que podamos exigir cambios reales por nosotros y nuestro planeta. Con la compra se ejerce una decisión diaria que puede tener este fin”.
Respecto a si es rentable asumir los costes económicos que supone asumir procesos menos contaminantes, explicó que si se priorizamos el beneficio sin tener en cuenta el bienestar del planeta y del ser humano, ambos desaparecerán. “Sin un medioambiente de generación y regeneración no vamos a poder edificar ni los mercados ni la economía. La economía y el medioambiente van de la mano. Existen ya ejemplos de corporaciones que están actuando conscientemente”.
Aseguró que es imposible frenar el cambio climático, pero que “hay empresas, ONG, familias y ciudadanos que sí quieren un cambio y que ya los están llevando a término. Tenemos la tecnología y la inteligencia para resolver el problema a tiempo”.
En el mismo acto Gerardo Fernández, socio de PwC, abordó los retos que plantea el desarrollo del hidrógeno verde como un vector estratégico en la transición energética.
La Agencia Internacional de la Energía y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han organizado en Madrid el International Climate and Energy Summit, que ha contado con la participación de gobiernos de más de 40 países, y representantes de la industria y de la sociedad civil.
En el encuentro, preparatorio de la COP28, que se celebrará a finales de noviembre y principios de diciembre en Dubai, Oscar Barrero, socio de PwC, tuvo la oportunidad de participar en una de las mesas de trabajo sobre la voz de la industria.
Finalmente, la última semana de septiembre tuvo lugar, también en la capital de España, el primer ESG Summit Europe, que reunió a más de 200 empresas, inversores, agencias de rating y representantes públicos. Pablo Bascones e Ismael Aznar, socios de PwC, formaron parte activa del encuentro y debatieron sobre el impacto del reporting en sostenibilidad en las entidades financieras y sobre Economía Circular.
Pablo Bascones, Socio responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC
Óscar Barrero, Socio de Energía en PwC
