Auditoría & Co

Los cambios legislativos y normativos a los que se enfrentan las empresas proliferan a marchas forzadas en los últimos años. La sensación de hiper-regulación está a la orden del día y cada vez se hace más difícil poder asegurar el conjunto de exigencias en el marco regulatorio, desde el ejercicio de la diligencia debida con el cumplimiento de toda la normativa actual, hasta asegurar que la organización dispone de las estructuras optimizadas que permitan abordar con éxito esta tarea. 

Legislaciones nuevas o que se adaptan, reglamentos, protocolos y normativas a las que hacer frente constituyen el marco de actuación del responsable de Compliance. A destacar, entre otras regulaciones vigentes, las siguientes: Prevención del Blanqueo de Capitales, las obligaciones que emanan de los órganos reguladores como por ejemplo el Reglamento Interno de Conducta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la Ley Orgánica de Protección de Datos, el Abuso de Mercado o el Conflicto de Intereses, la ley FATCA, la normativa de la Transparencia relacionada con la comercialización de servicios o las más recientes modificaciones en materia de Prevención de Riesgos Penales o de la ley de Sociedades de Capital con todos los requerimientos relacionados con el Buen Gobierno Corporativo. 

¿Cómo establecer los instrumentos necesarios para cumplir con el debido control y con las obligaciones regulatorias? Y aún más, ¿cómo hacerlo de la forma más eficiente para que los recursos que se destinen sean los estrictamente necesarios? Esa es la cuestión crítica que los Órganos de Gobierno de las empresas se plantean y que no siempre obtiene una rápida, sencilla y adaptada solución a la naturaleza de la sociedad y a las exigencias del sector en el que opera. Las mejores prácticas empresariales en este ámbito, con el objetivo de obtener una completa identificación del marco regulatorio al que se expone una sociedad (o un grupo de sociedades) y una óptima dotación de recursos para el área de Compliance, recomiendan llevar a cabo una evaluación-diagnóstico de la Función de Cumplimiento Normativo.

Para alcanzar el resultado pretendido, la focalización del trabajo debe cubrir todos los aspectos generales requeridos para la Función de Cumplimiento Normativo, desde la identificación de las normativas a las que está afecta la organización hasta el dimensionamiento de la estructura que debe conformar Cumplimiento Normativo, la adecuación/establecimiento de procedimientos y la identificación de herramientas soporte que permitan agilizar el día a día de la Función. 

A continuación se exponen los principales hitos que debería contemplar un trabajo eficiente de evaluación-diagnóstico de la Función de Cumplimiento Normativo:

- Realización de un inventario de las normativas aplicables a la entidad y de los principales requerimientos/obligaciones de Cumplimiento Normativo.

- Evaluación de la situación de la sociedad con respecto a los requerimientos/obligaciones de las principales normativas.

- Priorización de la exposición a riesgo en función de los resultados y de su criticidad.

- Análisis-diagnóstico de la situación de la Función de Cumplimiento Normativo, considerando los aspectos organizativos, operativos y de sistemas para un alineamiento a las necesidades de control y seguimiento identificadas.

- Establecimiento de un plan de acción para mitigar los diferenciales de cumplimiento identificados y para la adecuación de la Función de Cumplimiento Normativo a las necesidades concretas identificadas. 

No cabe duda que ante el continuo entorno cambiante en el ámbito regulatorio, se hace indispensable que las sociedades dispongan de la posibilidad de dotarse de los mejores mecanismos para que de una forma óptima se puedan cubrir las necesidades actuales en materia de Cumplimiento Normativo. 

Este proceso de reflexión y de replanteamiento de la Función de Cumplimiento Normativo debe asimismo permitir a las compañías estar en primera línea de salida para adaptarse a los nuevos requerimientos que puedan establecerse en el futuro por el mercado o por los organismos reguladores. En definitiva, podemos afirmar que está al alcance de todas las sociedades conseguir con garantías de éxito el reto de dimensionar una estructura acorde a las necesidades concretas de las obligaciones en materia regulatoria, dotarse de procedimientos que permitan agilizar la ejecución del debido control y seleccionar e implementar, si cabe, aquellas herramientas que faciliten a la Función de Cumplimiento Normativo el marco para el control y el reporting, ya sea en el seno de la sociedad o a través de terceros.

Autor: Carlos Viola | Risk-Advisory-Services