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La pandemia de la COVID-19 ha puesto en el foco de la opinión pública las decisiones de las compañías en materia de retribución, dividendos y mantenimiento del empleo, generando tensiones entre lo más conveniente en el corto y en el largo plazo.

Del mismo modo, existe cierto consenso alrededor de la idea de que ha incrementado –aún más– la atención de las compañías e inversores a los riesgos ambientales, sociales y de gobierno (ESG, por sus siglas en inglés), extendiendo el escrutinio público, más allá de la crisis de salud pública, a otros asuntos ESG como la desigualdad o el cambio climático, y situando la transición sostenible como una de las vías de la recuperación económica.

Numerosos actores afirman que las compañías que apuestan por la incorporación de criterios ESG en sus modelos de negocio están respondiendo mejor a los efectos negativos de la crisis, habiéndose convertido en un asunto material desde el punto de vista financiero.

En este contexto, hemos evaluado las cuestiones que han aparecido en la agenda de los principales inversores, proxy advisors, agencias de calificación y analistas relacionadas con la COVID-19 y su impacto en los asuntos ESG, tomando como punto de partida la información pública:

  • En el ámbito social, cuestiones como las condiciones de los empleados y de la cadena de suministro, la protección de los derechos humanos, o la relación con los grupos de interés están ganado un protagonismo notable en la agenda de las organizaciones.
  • En materia ambiental, el cambio climático y el establecimiento de objetivos para la descarbonización de la economía siguen siendo los asuntos más relevantes y apremiantes. Otras cuestiones como la movilidad sostenible, la protección de la biodiversidad, el uso eficiente de los recursos o la reducción del uso de plásticos también se encuentran en la agenda. En lo que respecta al cambio climático, a nivel internacional, han surgido iniciativas como la “Green Recovery Alliance” o “Uniting Business and Governments to Recover Better”, que defienden una salida sostenible a la crisis económica, a las que se han sumado múltiples compañías.
  • Sobre las cuestiones de gobierno corporativo, destaca la atención a la remuneración de los consejeros y altos directivos, la diversidad del consejo, los planes de sucesión, la interacción con los inversores y accionistas, o la robustez de los sistemas de control de riesgos –incluidos los no financieros–. En materia de remuneraciones, la International Corporate Governance Network (ICGN) considera que el mantenimiento o incremento de la remuneración de los ejecutivos podría amenazar la confianza de los grupos de interés, así como la licencia social para operar de las compañías. Asimismo, sugiere una mayor atención a la relación entre la remuneración de los ejecutivos y las cuestiones ESG, a través de la incorporación de objetivos vinculados a estos criterios en la remuneración a largo plazo de ejecutivos. Señala también que, en este contexto de crisis, los consejeros deben mantener la atención en el largo plazo en los asuntos ESG, en la relación con grupos de interés, en la gestión de crisis o en las condiciones laborales.

Además de aumentar la relevancia de los factores ESG y su materialidad en los análisis de riesgos, los inversores y las compañías consideran, según un estudio publicado por Principles for Responsible Investment (PRI), que sus compromisos en materia ESG o de sostenibilidad se mantendrán y no desaparecerán como consecuencia de la necesidad de poner el foco de atención en la respuesta a la crisis.

El informe recientemente publicado por KPMG junto a Fundación SERES, “La visión de los asuntos ESG desde el consejo de administración”, también evalúa en qué medida la pandemia ha intensificado la atención del consejo a las cuestiones ESG. En este sentido, un 87% de los consultados señalan que la atención a los asuntos ESG ha aumentado como consecuencia de la pandemia. Entre las cuestiones que han ganado más peso en la agenda del consejo, señalan la seguridad de los empleados, el apoyo a la cadena de suministro y el respeto a los derechos humanos. Otros asuntos mencionados, más allá de la respuesta inicial de las compañías, son los relacionados con los planes de sucesión, las desigualdades sociales o la brecha salarial.

En este sentido, y dado el creciente interés de los inversores hacia las cuestiones ESG, los consejeros consultados en el marco de la elaboración de dicho informe consideran que, para impulsar el posicionamiento de las compañías en materia de sostenibilidad, cabría asignar un mayor peso a estas cuestiones en la agenda del consejo, así como reforzar la información periódica y definir cuadros de mando que les permitan evaluar el desempeño, el cumplimiento de los objetivos establecidos y el impacto de las iniciativas desarrolladas en el ámbito ESG.