La crisis desatada por el COVID-19 está poniendo a prueba el papel de los consejos de administración de las empresas y su capacidad para dar respuesta a los retos tan disruptivos a los que se están enfrentado. Pero la pandemia también ha puesto de manifiesto que hay dos asuntos que los consejos deben repensar e impulsar de cara al futuro. Por un lado, la necesidad de abandonar el cortoplacismo, centrarse en el largo plazo y tener en cuenta a más grupos de interés -no solo a los accionistas- en la toma de decisiones, lo cual implica dar más importanciaalas cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, el medioambiente y el gobierno corporativo -los llamados criterios ESG. Y, por otro lado, integrar el propósito y los valores de sus empresas en la estrategia. Así se refleja en la décima edición del informe Consejos de Administración de Empresas Cotizadas, elaborado por PwC a partir de entrevistas a los consejeros de las principales compañías españolas presentes en los mercados bursátiles.
El estudio recoge la importancia que, en los últimos doce meses, han cobrado los criterios ESG en las empresas. Una relevancia que comparten muchos de los consejeros -especialmente, en lo referente a la escasez de talento, los derechos humanos, el cambio climático y la salud-, pero a la que todavía no le están dedicando la atención suficiente. Sólo el 22% de los consejeros entrevistados cree que su consejo está empleando el tiempo necesario para asegurar que estas variables forman parte de la estrategia de su compañía y el 63% asegura que deben prestarle más atención.
Algo parecido sucede con temas como el propósito, los valores y la cultura corporativa. Los consejos deberían de tener un papel fundamental a la hora de formular, materializar y hacer seguimiento del propósito y de la cultura de sus compañías, pero el 78% de los entrevistados reconoce que todavía le queda mucho trabajo por hacer y que estos asuntos no se tratan suficientemente.
Los consejeros tienen muy claro el papel que deben jugar las empresas en la sociedad, a juzgar por sus respuestas. El 91% de los encuestados asegura que las empresas deben centrarse más en el largo plazo en detrimento del cortoplacismo; el 70%, que necesitan tener en cuenta un grupo más amplio de stakeholders; el 64%, que deben involucrarse más en asuntos de relevancia para la sociedad y, el 56%, que tienen que dar más prioridad a las necesidades de las comunidades en las que operan.
El informe también revela como ha crecido la participación del consejo en las materias relacionadas con la transformación digital, tras unos años de desconcierto por la velocidad del cambio y el carácter disruptivo de las nuevas tecnologías, y se aprecia una aproximación cada vez más estratégica. En este sentido, la principal función del consejo es la toma de decisiones en el nivel de inversión y en el gasto en nuevas tecnologías. Pero, además, se detecta una preocupación especialmente relevante por los riesgos de ciberataques. Una cuestión en la que aseguran que están involucrados, total o parcialmente, el 71% de los consejeros entrevistados.
La diversidad en su sentido más amplio sigue siendo, un año más, un tema relevante para los consejos de administración de las empresas cotizadas. La diversidad de conocimientos es, para el 88% de los consejeros, la más relevante, seguida de la de mentalidad -82%- y de la diversidad de género y edad -75% y 59%, respectivamente-. En el caso de la presencia de mujeres en los consejos de administración, se trata de una cuestión muy presente en la agenda de las empresas y, sobre todo, en la de inversores y reguladores. En los últimos cuatro años, el número de mujeres en los consejos de las compañías del IBEX35 ha crecido un 2% y ya suponen un 24% del total. Sin embargo, esta cifra todavía se encuentra lejos de la recomendación de la CNMV de situarla en el 30% este mismo año. Una cifra que, al cierre de 2019, solo tenían doce de las 35 compañías que integran el citado índice bursátil. Incluso, existe una propuesta de la CNMV de elevar esta recomendación hasta el 40%.
Los conocimientos relacionados con la estrategia son los más valorados por los consejeros (70%). Una tendencia que se consolida tanto en España como en los países más avanzados en gobierno corporativo. Por segundo año consecutivo, los asuntos estratégicos desplazan a los financieros a la segunda posición que, a pesar de todo, siguen siendo muy relevantes para el consejo. Se aprecia, además, un mayor interés por los consejeros con conocimientos de auditoría y gestión de riesgos, que crece más de veinte puntos, hasta el 58%. Un incremento que puede responder a las novedades legislativas tanto en materia de información no financiera y como a la inestabilidad de los mercados en los últimos tiempos.
Estos conocimientos, en cualquier caso, están directamente vinculados a los riesgos que los consejos consideran más relevantes y que son, por este orden, los estratégicos, los financieros, los operativos, los operacionales, los regulatorios y de cumplimiento, los reputacionales, los tecnológicos y los fiscales.
Los proxy advisors y los inversores activistas están siendo agentes del cambio en el gobierno corporativo de las empresas. El 48% de los consejeros reconocen que, gracias a su influencia, las empresas españolas están acelerando su transformación en esta materia. En este sentido, los proxy advisors y los inversores institucionales son, ahora, percibidos de una manera mucho más positiva que hace unos años.
La renovación de los Consejos es un asunto que se trata todos los años en el informe y que sigue si evolucionar con la rapidez que lo hacen otras variables del gobierno corporativo de las empresas. Casi la mitad de los entrevistados afirman que su consejo no le dedica el tiempo suficiente ni a la sucesión de los consejeros, ni a la de figuras clave como el CEO o el presidente. Y se mantiene un alto porcentaje de los que consideran que se debe fijar una edad máxima (73%) y un periodo de permanencia (68%) para asegurar la correcta evolución de los consejos.
Finalmente, el documento recoge que en los últimos años el número de consejeros de las empresas del IBEX35 se ha reducido desde los 466 que había en el año 2014, hasta los 450 que existían a 30 de junio del año pasado, lo que confirma la tendencia a configurar órganos de gobierno cada vez más reducidos y con perfiles cada vez más preparados. De estos 450, el 52% son consejeros independientes, el 24% dominicales, el 16% ejecutivos y 7% son consejeros externos.