Auditoría & Co

La auditoría financiera está inmersa en una nueva era que se presenta caracterizada por el rol fundamental ejercido por la tecnología y la inteligencia artificial (IA). Los socios y gerentes de las firmas de auditoría observan con atención el beneficio que estas nuevas soluciones inteligentes están generando y cómo modifican –de forma tan paulatina como evidente– los perfiles de los profesionales de la auditoría tradicionales, dotándolos de nuevas habilidades y conocimientos. Se trata pues, a todas luces, de una verdadera transformación tecnológica y cultural.

En un contexto en el que el nivel de madurez digital de cada despacho es heterogéneo y en el que la transformación digital debe afrontarse a todos los niveles para que sea exitosa, la IA ya se está utilizando en distintas etapas del proceso de realización de las tareas –desde la planificación y ejecución hasta la emisión del informe final– al objeto de mejorar el alcance y calidad de los trabajos y centrándose en la identificación de patrones y anomalías a partir del análisis de grandes volúmenes de información por parte de algoritmos inteligentes. Porquepriorizar y ganar en la comprensión de esta información completa y fiable es esencial si lo que pretendemos es que esta sea útil, entendible e integrada.

Además, con la IA se pueden analizar grandes cantidades de datos no estructurados (correos electrónicos y redes sociales) y datos históricos de la empresa y del sector al objeto de identificar patrones y tendencias compatibles con comportamientos fraudulentos o que puedan indicar posibles riesgos en el futuro, respectivamente.

De forma complementaria a los algoritmos inteligentes, también es relevante la aportación de los llamados asistentes virtuales y especialistas inteligentes. Estos poseen la capacidad de llevar a cabo un análisis financiero no solo descriptivo, sino también cognitivo y prescriptivo que nos permitirá tomar en valor las conclusiones obtenidas como base a nuestro juicio profesional.

Estos asistentes y expertos virtuales pueden ser entrenados de varias maneras. El enfoque más utilizado se articula a través de instrucciones de texto en lenguaje natural: un prompt o frase del tipo "Sácame la información de las facturas que te voy a dar", puede ser el inicio de una solución para obtener y comprobar datos introducidos en facturas en formato pdf. Por supuesto que cuanto más clara y precisa sea la entrada de texto (esto es, la pregunta o instrucción dirigida al asistente virtual), mejores serán los resultados obtenidos. En el caso de emails o calendarios, también pueden entrenar a nuestro asistente para que sea capaz de responder correos o agendar reuniones en los huecos temporales disponibles.

Pero hay otra cara de la moneda a la de los beneficios (indiscutibles) que aporta la tecnología en la auditoría (podríamos referir también en este campo la evaluación de riesgos conforme a la NIA 315R-ES o el reconocimiento óptico de caracteres u OCR). Un reverso (fundamental) que pone en relieve los desafíos y las consideraciones éticas a tener en cuenta si lo que se pretende es evitar daños reputacionales a nuestra marca.

La privacidad de los datos es una preocupación importante, sobre todo habida cuenta del incremento de la cantidad de datos sensibles de terceros que se recopilan y analizan en el contexto de los procesos de auditoría. Esta privacidad de los datos, sin olvidar el factor de la ciberseguridad de los mismos, constituyen preocupaciones crecientes a medida que las empresas almacenan y comparten más datos online.

Por consiguiente es ineludible garantizar que estas herramientas y sistemas estén protegidos contra amenazas cibernéticas al tiempo que se da cumplimiento con las normativas de confidencialidad vigentes reguladoras de la actividad de auditoría de cuentas en nuestro país y también a nivel internacional. Lo es igualmente asegurar que las decisiones no estén influenciadas por prejuicios humanos (sesgos de la información) y preservar la transparencia en los algoritmos de inteligencia artificial.

En definitiva, el uso de la inteligencia artificial ya está señalando el camino presente y futuro a las firmas de auditoría, al margen de cuál sea su dimensión. Pronto (más cerca en el tiempo de lo que parece…) habrá dos tipos de profesionales de la auditoría: aquellos que dominen la IA y los que queden relegados.

En un mundo empresarial como el actual sometido a una constante evolución, este sector –que resulta clave para la confianza en la información financiera– debe acostumbrarse al uso de estas nuevas herramientas y tecnologías. Porque “auditoría” y “futuro”, términos que hasta hace poco parecían disociados, ahora son dos elementos inseparables.

Gustavo Moreno Calvo, CEO de CleverAudit

Categoria

Auditoría General

Fuente: CleverAudit

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