Crowe Legal y Tributario, con sede en Barcelona, ha integrado a Ramon Lanau, despacho barcelonés especializado en asesoría fiscal y empresarial fundado en 1989. La firma contaba con tres socios –Ramon Lanau, exinspector de Hacienda y exdelegado especial en Catalunya, Antonio Jiménez y Emilio López–, que ahora han pasado a serlo de Crowe. Junto con ellos, se han incorporado sus equipos. “Queremos que el socio que se une a nuestro proyecto lo haga como socio de equity, con capacidad plena de decisión desde el primer momento, ya que esto es lo que hace que cada uno de los que trabajan aquí sientan el despacho como propio”, explica Jordi Bech, presidente de la empresa y socio del área de fiscal en Barcelona.
Con la integración de las dos firmas, Crowe elevará sus ingresos desde los 13,8 millones del 2018 a los alrededor de 17 millones con los que espera cerrar este año. La mayor parte del aumento en la facturación se debe al negocio de Ramon Lanau, pero también hay una parte de crecimiento orgánico derivado de la buena evolución de las áreas de fiscal, laboral y finanzas corporativas. Bech espera que la firma –con unos 120 abogados y economistas– mantenga la dinámica de los últimos años.
En este contexto, una de las prioridades será el desarrollo de Crowe en Madrid, donde la firma acaba de obtener una licencia y espera contar con una oficina potente en poco tiempo.
