Auditoría & Co

Menos riesgos y más capital

Cinco años después de la puesta en marcha de la Unión Bancaria, con todos sus méritos y beneficios, la banca europea se encuentra en una encrucijada de compleja solución. Las entidades financieras están más capitalizadas que nunca y, por tanto, menos expuestas al riesgo por la presión regulatoria y supervisora. Sin embargo, surge la duda sobre si, en el actual contexto de japonización de la economía, este escenario de alta capitalización es el más adecuado para la sostenibilidad del negocio bancario, pero, sobre todo, si puede ser también una rémora para la reactivación del crecimiento de la actividad en Europa.

El informe Unión Bancaria, ¿un negocio sostenible? de PwC explica los pros y los contras de esta situación, desgrana la regulación que viene en el sector financiero y analiza, además, cómo están afrontando las entidades la transición hacia un modelo de finanzas sostenibles y el impacto de la entrada de nuevos competidores, como las fintechs y las bigtechs entre otras cuestiones.

Finanzas sostenibles

Las finanzas sostenibles se han convertido en muy pocos años en una tendencia imparable que está cambiando la manera de hacer banca. No, definitivamente no es una moda pasajera. Ha llegado para quedarse (la presión regulatoria, institucional y de la opinión pública es muy fuerte) y los bancos harán bien en abordar cuanto antes los muchos desafíos que plantea el desarrollo sostenible. Los obstáculos son importantes, pero ya se están removiendo y las oportunidades están a la vista: un gran potencial de negocio y una mejora de la reputación del sector, sobre todo entre los jóvenes, la franja de edad más comprometida con la sostenibilidad.

Mercados y Jugadores

La disminución de las barreras de entrada al mercado de servicios financieros, producida en parte como consecuencia de cambios regulatorios, propicia la aparición de nuevos competidores de distinto tamaño y condición que, de momento, pelean por nichos especializados de mercado. ¿Hasta qué punto está todo esto alterando el mapa del sector bancario en Europa y España? De momento, no gran cosa. Pero las señales de lo que puede llegar a ocurrir están ahí, nítidas en el horizonte, para todo el que las quiera ver.

Regulación

Las autoridades de regulación de la Unión Europea han elaborado un paquete de reformas que supone introducir cambios relevantes en el núcleo normativo de la Unión Bancaria. Las novedades de mayor alcance afectan al ámbito de aplicación de las normas de requerimientos de capital, a la inversión en tecnología, a la consideración de la sostenibilidad como elemento central de la gestión bancaria y a los criterios de concesión de crédito. Sin embargo, la principal noticia regulatoria de 2019 fue el anuncio de que Alemania, tras muchos años de rechazo, está preparada para considerar la creación de un Fondo de Garantía de Depósitos paneuropeo. El denominado tercer pilar de la Unión Bancaria, por fin, se mueve.

Supervisión

La decisión de capital que cada año adopta el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) ha congelado los requerimientos de capital de las entidades europeas para 2020, salvo alguna excepción relacionada con la prueba de estrés de liquidez. Por ese lado, los bancos pueden estar tranquilos. Pero solo por ese lado. La presión sobre el capital sigue intensificándose a través de otros mecanismos menos visibles, como las inspecciones in situ, la definición de default o la cobertura total de los préstamos dudosos. El mito de Sísifo, el rey griego condenado eternamente a empujar cuesta arriba una gran roca, planea sobre los bancos europeos.

Recomendaciones

Aprender a surfear la ola de las finanzas responsables

Los bancos deben ser conscientes de las posibilidades que se abren. Hay un gran potencial de negocio, porque las inversiones que se pretenden movilizar en los próximos años para promover la sostenibilidad se cifran en cientos de miles de millones de euros. Además, existe la posibilidad de aprovechar la ola para mejorar la deteriorada reputación del sector.