¿La mejor manera de comerse unos churros? Siempre en compañía. Saben mucho mejor.
La jornada de un auditor, en nuestro caso de Daniel González, socio de Morison ACPM, empieza a las ocho de la mañana, cuando comienza la ruta desde la localidad madrileña de Tres Cantos hacia el despacho de nuestra firma, en el barrio madrileño de Chamberí. Cuando ya en Madrid gira a la izquierda por Alonso Cano, nuestro protagonista está a tres minutos de llegar a nuestras oficinas en la capital de España. Y de lo más importante, está a breves instantes de gozar de la vitamina matutina: “churros y conversación”.
Son más o menos las 8.30 de la mañana. En la barra de La Escalera del 15 (cuartel general culinario) ya espera Luís Manuel Rodríguez, otro de los socios auditores de Morison ACPM, para disfrutar juntos de unos churros madrileños: en forma de lazo, crujientes, calentitos y estriados.
En La Escalera se desayuna, se come y, si hace falta, también se cena. Muchas veces, muchos días del año. Daniel y Luis Manuel comentan asuntos pendientes, planes, etc. Estarán varios días sin verse, cada uno de viaje fuera de la ciudad, de reuniones, visitando a clientes, e incluso impartiendo algún que otro curso… Charlan sobre el próximo Consejo de Administración de Morison ACPM, sobre una negociación con una firma que quiere sumarse al proyecto, sobre la evolución del primer trimestre del año, sobre como va el Atleti en la Liga (je, je… Daniel disfruta con eso)…
