Guillermo Narvaez, Directo Técnico de la Comisión Fiscal de Kreston Global, ha elaborado un artículo en la web de Kreston Global en que se detalla todas las consecuencias que Los Digital Service Taxes (DSTs) llegan para cambiar el sistema internacional de impuestos. Una iniciativa global con la que se busca que las grandes compañías tecnológicas que proporcionan servicios digitales como anuncios, redes sociales o comercio online contribuyan fiscalmente de forma adecuada a los ingresos que actualmente perciben.
La evasión de impuestos a través de los mecanismos fiscales, legales, llevados a cabo por compañías como Google, Apple o Microsoft hacen que cada año la comunidad internacional pierda miles de millones de euros. Una práctica que se evitará gracias al acuerdo del G20, en el que las principales potencias del mundo acordaron una serie de reformas fiscales de aplicación global.
Sin embargo, se prevé que esta reforma afecte a las SMEs (pequeña y mediana empresa), que verán sus gastos incrementados cuando las compañías tecnológicas trasladen el coste de la reforma fiscal a la pequeña y mediana empresa que usa sus servicios digitales.
Las pequeñas empresas no tienen la capacidad de trasladar este coste adicional a sus clientes sin que sus ventas se vean dañadas, lo que una vez más hace que estén en desventaja frente a las grandes compañías tecnológicas. Esto deja entrever un nuevo sistema impositivo que tiene buena intención pero que nace con un defecto importante al que hay que buscar solución.
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