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¿Qué es la neutralidad de carbono y por qué es necesaria?

A través del Acuerdo de París de 2015, los gobiernos del mundo se comprometieron a frenar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C en base a los niveles preindustriales y a realizar esfuerzos para limitar este aumento a 1,5°C.

En 2018, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) advirtió que el calentamiento global no debe superar los 1,5°C si se quieren evitar los impactos catastróficos de la emergencia climática. Según el IPCC, la neutralidad de carbono o Net Zero se define como el estado de equilibrio entre la cantidad de emisiones de carbono que se emiten a la atmósfera y la cantidad que se extrae de ella.

Alcanzar la neutralidad de carbono es vital para mantener bajo control las temperaturas globales y evitar que el carbono atmosférico se acumule hasta el punto de impedir irreversiblemente el cambio climático. De este modo, reducir las emisiones de GEI en términos absolutos es la forma más segura de mitigar ese riesgo. De cara al 2050, no tener emisiones netas se anuncia científicamente como esencial para avanzar hacia un mundo sostenible con ecosistemas prósperos, personas sanas y una economía sostenible.

¿Cómo apoyar este objetivo global a largo plazo con acciones medibles hoy?

Para limitar el calentamiento global a 1,5ºC, las emisiones globales deben ser neutras en 2050. En el camino hacia la consecución de este objetivo, las empresas deberían:

  • Establecer un objetivo de neutralidad de carbono basado en la ciencia con hitos provisionales sobre cómo alcanzarlo, consistente con una vía de mitigación de 1,5ºC.
  • Mostrar cómo se pueden reducir las emisiones a lo largo de la cadena de valor.
  • Financiar proyectos para evitar y eliminar las emisiones a lo largo del camino hacia Net Zero.
  • Neutralizar las emisiones inevitables con la eliminación de carbono.

Con el objetivo de desarrollar una respuesta estratégica a la neutralidad de carbono, estas acciones necesitan estar organizadas bajo un marco estratégico en línea con los objetivos y necesidades de cada organización. Para el desarrollo y la implementación de una estrategia eficiente, el Instituto de Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge (CILS por sus siglas en inglés) define que la implementación de este marco debería incluir las siguientes recomendaciones:

  • Alineamiento del objetivo organizacional, estrategia y modelo de negocio.
  • Establecimiento de objetivos comerciales y objetivos basados en la ciencia, medición y reporte del progreso.
  • Incorporación de las actividades de neutralidad de carbono en operaciones y cadena de valor.
  • Involucración, colaboración y promoción del cambio en todas las regiones, sectores y mercados.

¿Cuáles son los beneficios de neutralizar las emisiones?

Las primeras organizaciones en perseguir los objetivos corporativos de neutralidad de carbono serán los líderes y defensores del cambio en la forma en que se desarrollan los negocios actualmente. A su vez, les protegerá contra el riesgo de endurecimiento de las políticas gubernamentales y el escrutinio de los inversores, y creará oportunidades comerciales en soluciones de cero emisiones. Es en el ámbito del endurecimiento de las políticas gubernamentales donde las organizaciones que no actúen a tiempo corren más peligro.

En esta línea, el pasado 21 de abril, el Consejo y el Parlamento europeos alcanzaron un acuerdo para establecer por ley una Unión Europea climáticamente neutra para 2050 y un objetivo de reducción neta de emisiones de “al menos el 55%” para 2030 con respecto a los niveles de 1990. A su vez, con la Cumbre de Líderes sobre el Clima 2021, desde Estado Unidos se anunció el objetivo de reducir las emisiones del país de un 50-52% con respecto a los niveles de 2005.

Los beneficios para las organizaciones que sigan una estrategia Net Zero o de neutralidad de carbono son, entre otros:

  • Alineación con la agenda de políticas climáticas globales.
  • Uso de Net Zero como una vía para salvaguardar la reputación, acelerar la innovación y contar con una ventaja competitiva.
  • Acceso a financiación y productos de inversión para empresas con proyectos sostenibles.
  • Contribución a una causa global. Las empresas que cuentan con visión de futuro saben que retrasar la acción sobre la reducción de emisiones será costoso, ya que el coste de abordar el cambio climático aumenta con cada año de retraso.
  • Aceleración de la acción climática.

Mas allá de estos beneficios, el papel de las organizaciones será clave para frenar la crisis climática y alcanzar el objetivo de cero emisiones para 2050. Con el cambio de paradigma en el que nos encontramos actualmente y con las nuevas actuaciones de los gobiernos de todo el mundo, sólo aquellas que reaccionen a tiempo saldrán beneficiadas de este reto global.

Valeria Calvas