La Productividad analizada como función principal de la Competitividad la podemos estudiar bajo dos perspectivas:
La perspectiva macroeconómica se puede medir a nivel de países, y tienden a funcionar maximizando las relaciones entre la producción global y la inversión global.
Todos los años el Foro Económico Mundial publica un Informe de Competitividad Global donde se presenta el ranking de los países más competitivos en el que Suiza lidera la clasificación desde el año 2008 y España actualmente se encuentra en el número 36, y en el 2011 estábamos en el 42 con lo que se aprecia que se ha mejorado en competitividad.
A nivel macroeconómico, España sigue ocupando el puesto nº 36, dentro del ranking del Índice de Competitividad Global (IGC)
Se calcula a través del PNB (Producto Nacional Bruto):
Valor Añadido (Valor Ventas – Coste de Bienes y Servicios) dividido por el número de horas trabajadas, dándonos como resultado el patrón global de productividad laboral.
Dando por sentado que el continuo incremento de la productividad depende tanto de factores externos como internos, y como en general los factores externos o macroeconómicos operan fuera de las empresas, en este reportaje estudiaremos la perspectiva microeconómica para explorar las influencias sobre la productividad, donde la clave está en la estructura organizativa y tecnológica propia de la empresa.
Los principios básicos de la gestión para el desarrollo de la mejora de la productividad interna, está basada en la GESTIÓN POR PROCESOS, cuyos pasos a seguir serán los siguientes:
*Tener muy presente el concepto de proceso, como cualquier actividad que utiliza recursos para transformar y gestionar elementos de entrada en resultados finales.
*Identificación de los procesos existentes en una organización, diferenciando muy claramente los procesos operativos, de apoyo y de gestión, confeccionándose para tal fin el llamado mapa de procesos.
*Definición de los conceptos de cliente y gestor-propietario del proceso.
*Para que las organizaciones operen de una manera eficaz, tienen que identificar y gestionar varios procesos (unos principales y otros secundarios, interrelacionados y que entre sí interactúen).
*A menudo el resultado de un proceso constituye directamente el elemento de entrada del siguiente proceso. La identificación y gestión sistemática de los procesos empleados en la organización y en particular las interacciones entre tales procesos se conoce como “enfoque basado en procesos” (ISO 9000).
*Existen diferentes tipos de medida de los procesos:
-Básicas (de eficacia, de eficiencia, de adaptabilidad o flexibilidad).
-De Funcionamiento (personas, materiales, recursos físicos, métodos operativos)
-De Madurez (clientes, proveedores, documentación, mejoras, etc.)
*Una vez implantados estos pasos y obtenidas medidas reales, se analizan los resultados y se proponen e implantan mejoras en dichos procesos.
*Por último, siempre cabe la posibilidad de realizar una Reingeniería del Procesos, fijando de antemano la metodología y sus actores.
Una vez definidos perfectamente los procesos e identificadas las diferentes Fases que componen cada proceso, nos enfrentamos a la confección de los Métodos Operativos.
En general, y según cada caso, las Fases se dividen a su vez en otras más pequeñas llamadas Sub-fases, donde se define con mayor precisión el trabajo a realizar.
Cada una de estas sub-fases se componen de diferentes Operaciones Elementales, perfectamente definidas (que tengan principio y fin) y además, si es posible, con tiempos de ejecución relativamente cortos. De esta forma, pueden ser medibles fácilmente, obteniéndose valores elementales, que una vez sumados nos dan el valor de la sub-fase o fase.
A todo este conjunto de operaciones, se le conoce como “el Método Operativo”.
Una vez definidos los métodos operativos, pasaríamos a obtener los tiempos estándar.
Como ya hemos indicado en el punto anterior cada Operación Elemental debe ser perfectamente definida y valorada en tiempos.
Por lo tanto, la suma de las valoraciones de la Operaciones Elementales, nos dará el Valor de la sub-fase o fase, según cada caso.
Existen diferentes procedimientos para la obtención de los tiempos estándar, todos ellos con reconocimiento mundial, y dentro del marco de la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo), Así, a modo de ejemplo podemos citar:
*Cronometrajes
*Most
*MTM (Methods-Time Measurement)
*Work Factor
*Muestreos del Trabajo, etc.
Uno de los más usuales, es el del cronometraje y el esquema de la obtención del tiempo estándar.
Todo lo explicado anteriormente debe recogerse en unos documentos llamados GAMAS DE TRABAJO.
Por consiguiente, esta Gama de Trabajo es la herramienta de análisis que el Metodista utiliza para su trabajo. Además, sirve como consulta ante cualquier duda sobre el trabajo que se está realizando, ya que en esos documentos figuran todos los datos relativos al mismo y que a modo de resumen son:
*Proceso
*Fase
*Sub-Fase
*Operaciones Elementales
*Actividades o Rendimientos del Trabajo
*Coeficientes de Mayoración
*Tiempos Estándar
*Croquis / Fotografías
*Observaciones
No debemos de perder de vista que una de las medidas básicas de los procesos, es la obtención de la eficiencia o rendimiento de cada proceso y global de la organización, de ahí la importancia del cálculo de las horas-hombre, y sacar el cociente entre las Horas Estándar (HS) y las Horas de Trabajo Directo (HTD), que multiplicado por 100, nos dará directamente el rendimiento en una escala de valores internacionalmente reconocida.
Como resumen, y aplicando la metodología que realiza Gramaudit en sus trabajos de apoyo y consultoría a las empresas en la mejora de procesos, se ve complementado con la potenciación del capital humano, ya que hoy en día el capital humano es una de las claves en la cuenta de resultados de cualquier empresa. La política de RR.HH. gana terreno en las empresas y la correcta valoración del capital humano se ha convertido en un factor de éxito de la competitividad.
“Lo que parece evidente es que la productividad beneficia en general a todos: Empleados y Empresarios”.
Escrito por:
Félix Moreno Marina, Ingeniero Industrial del ICAI
