Auditoría & Co

En la actualidad palabras como inteligencia artificial, robotización, tecnología blockchain, criptomoneda o bitcoin, digitalización, están empezando a formar parte cada vez más de la terminología que usamos también las firmas de auditoría, siendo vocablos que hasta hace bien poco eran desconocidos para nuestro sector.

Recientemente se celebró un Congreso Bianual de auditores, que reunió a más de 500 profesionales del sector, donde se abordaron distintos temas de reciente actualidad, como el nuevo Reglamento de Auditoría, todavía en trámite de audiencia pública, los cambios más relevantes habidos en los informes de auditoría, tras un año en vigor de las nuevas Normas Técnicas de Auditoría, pero sin duda el tema que más centró la atención de los ponentes, en las distintas charlas, fue el nuevo ciclo tecnológico, que ya se ha iniciado en diversos sectores económicos y está dando sus primeros pasos en nuestro sector, de la mano de la denominada “Inteligencia Artificial”.

Hay que poner en contexto, por qué un sector tan regulado como el de auditoría siente la necesidad de iniciar esta revolución tecnológica. El sector de la auditoría vive un reto constante, en el sentido que tiene que dar cumplimiento a unas normas profesionales tanto de auditoría, como de contabilidad, responsabilidad ética e independencia, pero también tiene que dar respuesta a las necesidades que reclaman los accionistas de la Sociedad, los acreedores, los bancos, como destinatarios de la información contenida en el informe de auditoría y en los estados financieros, con mayor rapidez en la toma de decisiones, mayor comunicación con los órganos internos de la empresa ( administradores, auditores internos, comités de auditoría), que impulsan al auditor a ganar eficacia en el desarrollo de su trabajo.

Es un hecho que las Firmas de auditoría estamos desarrollando nuevas herramientas, con el fin de adaptarnos a los cambios que se están produciendo en el entorno económico y la cada vez más incipiente necesidad de dar respuesta en tiempo a los usuarios de la información financiera. A tal efecto, se está trabajando en el desarrollo de softwares que no sólo permitan el análisis de datos (visión estática) sino el establecimiento de patrones, secuencias, con los que poder predecir comportamientos (visión dinámica) en base a las experiencias aprendidas por las máquinas que gestionan esos datos. En definitiva, podemos definir la Inteligencia Artificial como el proceso por el que una máquina es capaz de aprender en base a patrones previamente definidos por una persona, analizar los datos internos de la empresa y externos de otras empresas en tiempo record y por último, tomar decisiones por sí misma, en función del aprendizaje adquirido.

El uso de las herramientas informáticas en la auditoría hasta el momento tenía como finalidad gestionar los datos generados internamente en los ERP de la empresa y la automatización de procesos. En la actualidad, se está en una fase de investigación que los expertos conocen como machine learning que como su nombre indica, supone el uso de algoritmos para el análisis de los datos, el aprendizaje de los mismos con el fin de establecer patrones para llevar predicciones futuras. El siguiente paso tras esa fase conocida como machine learning, será el análisis de los denominados big data, que implicará no solo el análisis de datos internos de la Empresa, extraídos de los ERP (como hasta ahora), sino de un gran volumen de datos externos que cambiarán a gran velocidad, serán de variada procedencia y requerirán para un análisis certero que sean veraces y aporten valor para la toma de decisiones; las denominadas 5 uves que deberá contener este análisis de datos, para que se considere big data.

En definitiva, la necesidad surge del análisis de las operaciones de las empresas en tiempo real, en cualquier momento del tiempo del período auditado y no solamente al cierre del ejercicio, lo que requerirá que las máquinas sean capaces de establecer patrones de comportamiento, de llevar a cabo hipótesis razonadas, a través del aprendizaje adquirido, según las instrucciones recibidas por un humano.

Si bien el camino todavía es largo, la llamada revolución tecnológica ha comenzado con el objetivo de proporcionar herramientas que permitan conseguir la confianza necesaria en la toma de decisiones y que permitan establecer modelos predictivos que anticipen los riesgos futuros de las empresas.

En este sentido en BDO a nivel global estamos muy comprometidos con la innovación en nuestro sector desde la tecnología y estamos realizando importantes inversiones en herramientas de trabajo y plataformas de relación con los clientes (Audit Data Analitics, Global Portal, APT Next Generation etc).

La función del auditor sigue siendo de gran relevancia en este entorno, porque siendo responsable de conocer cómo funcionan estas nuevas tecnologías, de cómo se han generado los datos y los análisis y verificación de los mismos, con la colaboración de otros perfiles profesionales, como ingenieros, matemáticos e informáticos que ganarán peso en el sector y los objetivos y riesgos derivados de la aplicación de las mismas.