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Una de las disrupciones más importantes a las que se enfrentan las empresas de transporte y logística (T&L) es la de la tecnología y digitalización. El desarrollo tecnológico proporciona incertidumbre, pero también muchas oportunidades. La diferencia entre las compañías líderes y las que se queden atrás estará en la capacidad que tenga cada una de ellas para saber aprovecharlas. Conocer los beneficios y los riesgos, y cómo explotarlos, comienza por comprender su impacto.

Cuatro maneras en las que la tecnología y la digitalización afectan a la industria T&L:

  • Los efectos de las nuevas tecnologías alcanzan a todas las estructuras de la empresa. Muchos de los avances tecnológicos pueden afectar a diferentes áreas de la compañía, desde el marketing y las ventas al almacenamiento y el transporte, o la contabilidad, las compras, los recursos humanos o hasta a las propias tecnologías de la información. Por ejemplo, se puede usar la robótica para el almacenaje, así como para el servicio de atención al cliente o en administración; también se puede aplicar el análisis de datos en la cadena de suministro o tenerlo en cuenta para compras. Innovaciones como la migración a la nube, la adopción de la tecnología blockchain, el uso de drones o la impresión 3D están redefiniendo la manera en la que operan las organizaciones de T&L.
  • Nuevos competidores pueden aprovecharse de elementos rentables de la cadena de valor de T&L. La tecnología permite que compañías que no pertenecen al sector entren en el mercado, como sucede con las nuevas plataformas digitales que se dedican a conectar oferta y demanda (la denominada “uberización” del sector), aprovechando la economía colaborativa para el envío y la recogida (con especial foco en el destino final). Cada vez más start-ups están entrando en esta industria, pero también lo hacen las grandes empresas de transporte. Actualmente, la filosofía corporativa está inclinándose hacia “activos ligeros, datos pesados”, una tendencia que, impulsada por las nuevas tecnologías, tiene el control sobre el cliente y los datos.
  • La tecnología está impulsando una nueva forma de colaborar. Las empresas se están deshaciendo de activos como camiones y almacenes porque, hoy en día, ya no es imprescindible tenerlos en un único lugar. De hecho, para operar de una manera más flexible y eficiente ya han empezado a trabajar en un ecosistema de asociaciones. Además, la tecnología está permitiendo reducir la huella ecológica de las compañías de T&L al evitar viajar por tierra, mar o aire con sus flotas vacías, lo que también facilita su flexibilidad y expansión atendiendo las necesidades dinámicas de sus clientes.
  • La tecnología está cambiando el comportamiento y las expectativas de las partes interesadas de T&L. Los clientes (tanto B2C como B2B), los socios, los proveedores y el personal están cambiando la forma en la que quieren trabajar y el modo en el que quieren ser atendidos. Por su parte, la empresas y los consumidores finales esperan más efectividad y productividad, así como una mayor personalización en el servicio. Por su lado, los minoristas de tecnología quieren que los clientes de sus socios de T&L reciban el mismo nivel de experiencia que los suyos propios, como si el servicio se lo proporcionaran ellos mismos.

Ante este contexto, se precisa una cultura digital que atraiga y retenga nuevos talentos que impulsen el rendimiento y la innovación en la era digital.