Auditoría & Co

Hoy es tendencia general el hablar, escribir y por encima de todo opinar sobre lo que sea. No importa si es sobre economía, energía atómica, los efectos de la sacarina o si hablamos de auditoría. No hace falta saber ni entender de qué se habla. Simplemente hay que opinar. Decir la tuya y cuanto más alto, mejor. Pero lo peor de esta actitud es el desconocimiento de las consecuencias, todo lo que estas opiniones pueden comportar y comportan en un sector profesional -como el auditor-, en un ámbito empresarial dentro de una sociedad organizada.

AUDITORES: QUIÉNES SOMOS

El de la auditoría es un sector silencioso, pero en España somos más de 20.000 auditores y 1.400 sociedades de auditoría. Un sector que genera ocupación para más de 30.000 personas. En un solo año se elaboran más de 60.000 informes que son fundamentales para la seguridad de los centenares de miles de inversores por el seguimiento auditor en los miles de empresas del mercado nacional. Con su trabajo, el auditor favorece el buen gobierno corporativo y garantiza la protección de los derechos de los accionistas. Pero basta con la mala praxis en uno de estos más de 62.000 trabajos, para que el deterioro lo sufran todos los miles de profesionales. Se habla de auditoría cuando se produce un accidente causado por actividades financieras equivocadas, pero se habla poco de la mayoritaria actividad económica generadora de riqueza para toda la sociedad. Y este deterioro lo sufre no tan sólo la profesión y el sector de la auditoría, sino también el conjunto de la economía española.

AUDITORÍA EN EL MUNDO QUE VIVIMOS

Vivimos en una sociedad con poca memoria y que además la pierde fácilmente, seguramente debido a la cantidad e inmediatez de la información que recibe. La situación que vivimos acontece del arraigo de la cultura de la especulación, el derroche de los recursos escasos y el endeudamiento. Aunque tarde y por la fuerza de los hechos, hemos empezado a tomar conciencia de que hemos llegado al final de este camino y nos toca asumir las consecuencias de la poca responsabilidad y carencia de racionalidad de esta cultura.

La fuerte presión fiscal que todos soportamos incentiva la “creatividad”, favorecida además por la existencia de fórmulas y paraísos fiscales. Todo un mundo inagotable para la supervivencia de la economía sumergida. Necesitamos una firme voluntad política que conduzca a una normativa tributaria más realista, que haga más eficaz el control sobre el fraude. Y no estaría de más que se minimizaran las diferencias de la fiscalidad entre las grandes empresas y las pymes.

En cuanto al sector público las Administraciones tampoco facilitan la actividad económica. Cuando una administración pública pregunta a un sector qué colaboración agradecerían obtiene siempre la misma respuesta: “...que no intervengáis”. Además, soportamos un sector público sobredimensionado, de baja productividad, con todo tipo de duplicidades burocráticas.

La crisis financiera, que empezó afectando particularmente a los países del sur de Europa desde el 2007 y que después se ha ido extendiendo al resto de miembros de la UE, nos tiene que hacer reflexionar sobre las conexiones entre el ámbito político y empresarial. El caso Bankia es el más relevante, con presencia de ex cargos políticos en su Consejo. En su momento presentó un beneficio de 305 millones, pero después de la intervención de la compañía y una vez reformuladas las cuentas, los millonarios beneficios se transformaron en unas pérdidas de unos 3.000 millones. Conocido es el consecuente prejuicio para sus miles de accionistas.

Las conexiones políticas son un mecanismo que debilita el buen funcionamiento del mercado con una influencia negativa en las actuaciones de los agentes responsables de la toma de decisiones empresariales. Durante el periodo 2003-2012, es demostrable que casi la mitad de las sociedades no financieras que cotizan en bolsa están políticamente conectadas, es decir, son empresas en que cuentan con al menos un político como miembro del consejo de administración.

Hoy, el Estado tiene poco margen de maniobra. Pertenecemos a la sociedad de naciones de la UE, que impone unas reglas de juego muy definidas y que convierten al presidente del Gobierno de turno en un delegado que recibe órdenes de la superioridad europea. Alemania, que es quien lleva la batuta, es una nación avezada a superar adversidades a base de trabajo y constancia. Pero el resto de Europa, en cambio, tiene muy diversas y diferentes culturas, hábitos, costumbres e, incluso, climas, que también condicionan sus conceptos de lo que es la vida. Además, en la propia UE no existe una fiscalidad única y, por este motivo, los países con más peso económico son los que deciden y marcan las directrices, y ahora toca Grecia.

¿Y SOBRE LA AUDITORÍA, QUÉ?

Pues que en este contexto, la sociedad en general desconoce qué es, y mejor todavía, qué no es la auditoría. Ni tampoco el escenario en el cual dirime su día a día y su futuro. Los despachos profesionales de mediana y pequeña dimensión corremos el riesgo de convertirnos en auténticos outlets, frente a las grandes auditoras. No hay tiempo para reflexionar, ni para trabajar en la planificación empresarial. Son estos despachos, en cambio, los que están especializados en la empresa familiar y en filiales de compañías multinacionales con intereses económicos en nuestro territorio, llevando a cabo un trabajo de proximidad con el cliente, aportándole valores y soluciones del día a día. Igual que con el sector público.

Tenemos que procurar prestar nuestros servicios de proximidad a precios razonables; con atención personalizada para entender y conocer los problemas y las sugerencias de nuestros clientes. También mejorar nuestra competitividad basada en la calidad y rapidez de respuesta, es decir, responder con mucha rapidez y solvencia a los requerimientos que nos formulan nuestros clientes.

La sociedad tiene que saber que el auditores de proximidad defendemos los valores de la cultura del esfuerzo y que nuestra larga trayectoria está marcada por el respeto y el profesionalismo vocacional.


Lluís Vidiella,

Socio de VIDIELLA ROSA, miembro de Grupo20

Categoria

Auditoría General

Fuente: Grupo20

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