Auditoría & Co

Los tiempos cambian y tanto la empresa como aquellos que la acompañamos debemos adaptarnos a una realidad más compleja que nos demanda mayor exigencia y profesionalidad. Ante el aumento del fraude y del delito en la empresa privada y también en la pública, cada vez es más indiscutible la necesidad de la Auditoría Forensic.

Los datos de los últimos años son abrumadores. Según un estudio de PWC, alrededor del 10 % de las empresas realiza fraudes contables y un 25 % maquilla, cosa que no vulnera la legalidad pero que, en realidad, no deja de ser un engaño. Por otro lado, según Transparencia Internacional, a cuatro de diez licitaciones públicas solo se presenta un aspirante. España se encuentra en el puesto 41 del Índice de percepción de la corrupción, por detrás de países como Taiwán, Bahamas o Costa Rica y de la gran mayoría de los países de la Unión Europea.

El mayor problema ante tamaño desafío es que más de la mitad de las empresas, según un estudio de KPGM, carece de controles antifraude efectivos. Los tipos de fraude más comunes son la malversación de activos y la manipulación financiera. Y el factor que incide mayormente en la proliferación de estos actos delictivos, más allá de la falta de cultura ética y del cumplimiento normativo, es la debilidad de los controles internos.

Según el mismo informe, el perfil del defraudador es el de un ejecutivo jerárquicamente bien posicionado, de entre 36 a 55 años, con necesidades de ganancias personales “extras”. En el 65 % de los casos realiza un fraude que dura entre 1 y 5 años, y en el 27 % de los casos, la cantidad defraudada es superior a los 850.000 euros.

El fraude supone, sin duda, uno de los grandes agujeros negros de nuestro época, pues afecta al desarrollo y al progreso de nuestra sociedad, y genera daños a los empresarios que sufren importantes pérdidas que afectan a sus negocios e inversiones.

Es tiempo de Forensic.

Pascual González

Director del Área de Forensic

Morison ACPM

Categoria

Forensic

Fuente: Morison ACPM

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