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Al cierre del tercer trimestre de 2015 el valor de las operaciones relativas a M&A (Mergers and Acquisitions) superaba los 300.000 millones de dólares, una cifra que no se alcanzaba desde el año 2008 y que confirma el punto de inflexión marcado en el año 2014 en la actividad de fusiones y adquisiciones tanto en grandes operaciones internacionales como en operaciones corporativas a nivel doméstico. A estos datos habría que añadir, entre otras operaciones anunciadas en el mercado, la que sería la mayor fusión del sector farmacéutico en la historia, la de Pfizer con la irlandesa Allergan, que según las últimas informaciones publicadas podría cerrarse durante las próximas semanas.

Hablando en términos globales y a tenor de los resultados publicados por algunos de los principales players del sector, podemos afirmar que la industria farmacéutica ha sorteado con razonable éxito las dificultades de los últimos años. Los laboratorios han tenido que afrontar un complicado escenario con expiración de patentes, mayor presión de precios, entornos muy regulados y una menor capacidad para diferenciarse a través de vías como la innovación. Para afrontar estos desafíos han llevado a cabo un proceso de transformación, adoptando medidas dirigidas a la adaptación al nuevo entorno, tales como la flexibilización de estructuras de coste y optimización de la cadena de suministros, la consolidación del pipeline, la diversificación y entrada en nuevos segmentos o la internacionalización y desinversión en áreas non core.

En un nuevo entorno con mayor estabilidad macroeconómica marcado por la mejora de las expectativas de crecimiento para los próximos años, los principales laboratorios se han visto en la necesidad de implementar estrategias corporativas de mayor envergadura (en muchos casos transformacionales) a través del crecimiento inorgánico para seguir adaptándose con éxito a los retos planteados por la industria a medio y largo plazo.

En este contexto, el análisis que podemos hacer de los movimientos realizados en el último año es que el racional de las grandes operaciones ha tenido un patrón común marcado por factores como el acceso a nuevos mercados, la búsqueda de liderazgo en nichos específicos o la redimensión de estructuras. Cabe destacar también la relevancia de ciertas operaciones realizadas en el segmento de los genéricos, confirmando la tendencia a la concentración entre los grandes operadores del sector, así como la vuelta del capital riesgo a los procesos de compraventa en la industria farmacéutica.

Respecto al futuro del sector, de acuerdo con el último Barómetro de la industria de medicamentos y tecnología sanitaria publicado por KPMG en España en 2015, el 78% de los directivos del sector prevé que su compañía realice algún tipo de operación corporativa en el corto plazo. Así pues, todo apunta a que en 2016 se mantendrá la tendencia de crecimiento en la actividad de M&A en la industria farmacéutica.

Luis Zaragoza es Director Deal Advisory – Corporate Finance de KPMG en España